SEMANA SANTA EN CHALCHUAPA
Municipio de Chalchuapa, Departamento de Santa Ana
Una de las primeras menciones que se tiene de Chalchuapa, es la de Alonso López de Cerrato, quien en 1548 describe a Chalchuapa como una encomienda, que era la forma más práctica y común de premiar a los españoles que directamente habían participado en la conquista.
Era una encomienda a favor del hijo menor de Alonso Granado. La siguiente mención corresponde a Juan López de Velasco, quien entre 1571 y 1574, en su calidad de Cosmógrafo Oficial, describe los territorios del Reino de Guatemala y sobre Chalchuapa escribe que es uno de los ochenta y cinco pueblos de indios que funcionaban bajo la administración de la ciudad de San Salvador.
ORIGEN: Los frailes difundieron la devoción a los santos de sus órdenes religiosas. El clero secular trasladó a estas tierras las devociones populares a los misterios de la pasión y muerte de Jesucristo. Se convirtió entonces la celebración de Semana Santa, junto con las fiestas del santo patrón del pueblo, en una de las de mayor significado y participación popular.
La Semana Santa es una celebración anual de carácter religioso, que tiene lugar anualmente entre marzo o abril, pues es dentro del calendario cristiano la celebración de Pascua en memoria de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Está precedida por la Cuaresma o sea los 40 días que se inician desde el miércoles de ceniza hasta el domingo de Ramos. Durante la cuaresma, los fieles asisten a los Vía Crucis cada viernes, cuyo recorrido lo hacen desde la iglesia y las principales calles de la población donde hay puntos específicos llamados “estaciones”, con altares alusivos.
En cada comunidad, la Semana Mayor –como también se conoce a la celebración-, se inicia con la procesión del domingo de ramos. Los días de máxima solemnidad son el jueves y viernes santos, y se concluye el domingo con la misa del Cristo Resucitado.
Se cuenta que en el año 1880, una burrita entró a Chalchuapa arrastrando un lazo y cargando un baúl. Nadie sabía su procedencia ni conocía a su dueño, por lo que fue atada a un poste donde permaneció tres días sin que nadie la reclamara. Entonces, descargaron la burrita y al abrir el baúl descubrieron que contenía un crucifijo separado en partes y un manuscrito en donde se encontraban todas las indicaciones para realizar la Semana Santa en el pueblo. Desde entonces, el crucifijo se ha usado para los santos oficios de la Semana Santa en la Parroquia de Santiago Apóstol, con toda la solemnidad, pompa y devoción que el manuscrito indicaba. Tiene la particularidad de ser un ritual único en el territorio salvadoreño.
Domingo de Ramos
Se conoce como Domingo de Ramos al domingo en el cual se conmemora la entrada mesiánica de Jesús de Nazaret en Jerusalén para dar inicio así a su Pasión y Muerte en la Cruz. Dicho domingo da inicio a la Semana Santa
La liturgia del Domingo de Ramos es una de las más intensas de la Semana Santa y del año litúrgico que junto con las del Jueves Santo, Viernes Santo y Domingo de Resurrección forman las celebraciones centrales del año. El Domingo de Ramos es un día alegre y triste a la vez. La liturgia del Domingo de Ramos comienza con la bendición de las palmas y ramas de olivo. Los sacerdotes entran en procesión (la cual suele ser más larga que lo habitual) a celebrar la Misa. El color de éste día es el rojo, que representa a Jesús como rey en su entrada triunfal en Jerusalén (el rojo es color de reyes) y la Pasión del Señor (el rojo es el color de la sangre), celebrándose ambas en éste día. Al comienzo de la celebración, el sacerdote viste de procesional (con capa pluvial roja), despojándose de ella al llegar al altar y colocándose la casulla roja, vestimenta propia de la Eucaristía. Se da la bienvenida y se lee el Evangelio de la entrada triunfal en Jerusalén. A continuación se bendicen las palmas y ramas de olivo que llevan en sus manos los fieles. Una vez se han bendecido las palmas y ramos de olivo, comienza la procesión de ramos, procesión litúrgica que forma parte de la liturgia del Domingo de Ramos, y que rememora la entrada triunfal del Señor en la ciudad de Jerusalén tal y como lo relatan los Evangelios:
"Cuando se acercaban a Jerusalén, junto a Betfagé y a Betania, frente al monte de los Olivos, Jesús envió dos de sus discípulos, y les dijo: entrad en la aldea y luego que entréis en ella, hallareis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo. Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decir que el Señor lo necesita, y que luego lo devolverá. Fueron, y hallaron el pollino atado afuera a la puerta, en el recodo del camino, y lo desataron. Y unos de los que estaban ahí les dijeron: ¿Qué hacen desatando el pollino? Ellos entonces les dijeron como Jesús había mandado; y los dejaron ir. Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus mantos, y se sentó sobre él. También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino. Y los que iban delante y los que venían detrás daban voces, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene! ¡Hosanna en las alturas! Y entró Jesús en Jerusalén, y en el templo; y habiendo mirado alrededor todas las cosas, como ya anochecía, se fue a Betania con los doce"
Mateo 21, 1-11.
Cuando la procesión llega al templo, pues suele salir de un templo para finalizar en otro, se recibe a la gente que viene en procesión cantando, como hicieron los niños de Jerusalén cuando Jesús entró en la ciudad aquel primer Domingo de Ramos para celebrar la Pascua, en un ambiente de gran alegría. En ocasiones, acompaña en la procesión la imagen de Jesús montado en un borrico que se suele llamar "La Borriquilla". Una vez llegan los sacerdotes, que suelen ir al final de la procesión, continua la misa. A partir de aquí la temática cambia y se pasa de una celebración gloriosa (bendición y procesión de ramos) a la misa de Pasión. Aquí es donde cambia la alegría por el dolor y la tristeza. El sacerdote celebrante hace la oración que finaliza la primera parte de la celebración. Un seglar será el que irá explicando e informando a los fieles del desarrollo de la misa. El seglar va a adquirir un importante papel en la Semana Santa, ya que será el que irá informando a los fieles de lo que se va a ir realizando en las celebraciones del Jueves Santo, Viernes Santo y en la vigilia pascual del Domingo de Resurrección. A continuación se leen las lecturas correspondientes al Domingo de Ramos, todas ellas, tanto las dos lecturas como el salmo, enfocadas a la Pasión del Señor. El Evangelio que se lee éste día es la Pasión del Señor, que se suele leer dramatizado, para darle más énfasis por tres personas. El sacerdote hará de Jesús, otra persona hará de sanedrín leyendo el resto de personajes que aparecen y un tercero hará el papel de cronista. La lectura es bastante larga de modo que se suele invitar a que las personas que no puedan estar mucho rato de pie se puedan sentar. Una vez se llega al momento de la crucifixión de Jesús todos los que estén sentados deben ponerse en pie al igual que los que han permanecido de pie durante toda la lectura de la Pasión y cuando se llega al momento de la muerte del Señor, todos los fieles, incluidos sacerdotes y lectores se arrodillan en silencio. La misa se desarrolla con una homilía más breve de lo habitual, debido a lo extenso del Evangelio. El resto de la misa se celebra con normalidad, destacando que se nota una mayor solemnidad durante la liturgia eucarística, prueba de que la Semana Santa ha comenzado. Al finalizar la misa, los sacerdotes nos invitan a que descansemos durante los tres día próximos (Lunes, Martes y Miércoles Santo) y que nos preparemos para celebrar el triduo pascual, y nos recuerdan que acabamos de entrar en los días claves de la liturgia cristiana.
Lunes Santo: Procesión “Lavada de ropa del Señor”. En la mañana, la procesión inicia en la Iglesia de Santiago Apóstol, con dos filas de 26 hombres usando saco de color azul oscuro. Una banda de músicos acompaña a la procesión en todo el recorrido. Se dirigen hacia la Cofradía de la Cruz, donde están las bateas de madera conteniendo la ropa sucia del Señor, los 4 huacales, la olla conteniendo el dulce de chilacayote y a Cristo crucificado. La procesión continúa hacia El Trapiche, en donde se encuentran las mujeres que lavarán la ropa. Al terminar el lavado de ropas, la procesión sale hacia el encuentro con la Procesión de las Ánimas, en la que participan las dos cofradías: la de la Cruz, que va cargando a Jesús de Nazareno y la de Dolores, que van cargando las imágenes de la Virgen de Dolores, María Magdalena y San Juan.
El encuentro tiene lugar en la avenida 2 de abril norte y la 6ª calle poniente. Ambas procesiones se reverencian al encontrarse, aunque solo los de la lavada permanecen de rodillas, mientras un seminarista explica el significado de la lavada, ligado a la purificación, ya que la ropa sucia representa al alma, que cuando se aleja de Dios se ensucia y se pone negra. Luego, la procesión de las Ánimas continúa su recorrido, mientras la otra se dirige a la Iglesia de Santiago Apóstol, para colocar la imagen de Jesús en el lado Norte de la iglesia, en el antiguo baptisterio. La Virgen de Dolores, María Magdalena y San Juan son colocados al lado sur de la iglesia.
Cabe resaltar que las dos cofradías que intervienen en la procesión del lunes Santo, son las únicas que aún permanecen en Chalchuapa, y que tienen raíces en la época colonial. Ya en documentos del siglo XVIII se hace referencia a ellas, manteniendo así la tradición por más de doscientos años.
Martes Santo: Procesión de Jesús Nazareno y San Pedro. Sale de la parroquia Santiago Apóstol. Junto a ellos llevan las imágenes de la Virgen María, María Magdalena y San Juan. Participan las Cofradías de Dolores y de La Cruz.
Miércoles Santo: “Ejercicio de las Tinieblas”. Se desarrolla adentro del templo Santiago Apóstol y está vinculado con la Procesión del Silencio. Da inicio por la noche en el templo Santiago Apóstol con una ceremonia, para la que se coloca en el pasillo central de la Iglesia una mesa o altar con trece velas encendidas que se van apagando de dos en dos. Después de los Salmos, a la vez que hacen sonar unas matracas al apagar la última vela, se cierran las puertas del templo, se apagan las luces y se golpean las puertas, bancas y demás a modo de hacer ruido durante diez a quince segundos. Inmediatamente da inicio la procesión del Silencio. Esta actividad tiene la particularidad de realizarse un día antes de lo acostumbrado en otras localidades del país.
En la Procesión del Silencio cargan la imagen de Jesús Nazareno, vendado de ojos y encadenado de manos. Una persona carga una matraca y atrás del anda van haciendo caer al suelo una cadena de hierro en señal de azote.
Luego, atrás de ésta viene la cofradía de Dolores, con mujeres cargadoras que llevan las imágenes de la Virgen de Dolores, a María Magdalena y a San Juan. La procesión culmina en la madrugada con la entrada en la Iglesia Santiago Apóstol. También se lleva a cabo otra procesión del silencio organizada desde el templo de El Calvario.
Jueves Santo: “Lavado de pies”. Este día tiene lugar la misa de la Cena del Señor, con el Lavado de Pies que realiza el párroco a los feligreses, en señal de humildad, al igual que lo hizo Jesús en las narraciones de los evangelios. Seguido de la misa se hace la procesión de la Guardia del Santísimo dentro de la iglesia.
Viernes Santo: Sobresale este día la procesión del Vía Crucis, que sale del templo de Santiago Apóstol desde donde se realizan las 14 estaciones. Para ello, se elaboran alfombras en las calles por donde pasa dicha procesión, con materiales que las hacen únicas: hojas, frutas e incluso pan de dulce.
Precediendo el anda donde va Jesús, va una mujer cargando flores caminado de frente al anda, es decir dando la espalda a los feligreses.
Participa también una persona que representa a “La Verónica”, quien limpia el rostro del Señor; así como también se da el “encuentro” en la séptima estación del Señor con la Virgen Dolorosa, San Juan y María Magdalena, en una intersección de calles ya definida.
Este mismo día, tiene lugar la procesión del Santo Entierro, con la particularidad de elaborar más alfombras en las calles donde pasa. Es de gran solemnidad y entra o regresa a la iglesia en la madrugada del sábado.
VALOR HISTÓRICO: Es una celebración que tiene sus orígenes en la época colonial, ya que fue introducida por los religiosos que se asentaron en Chalchuapa. Los diferentes actos, que incluyen procesiones, se realizan dentro del área más antigua de la ciudad, es decir en el Centro Histórico.
Parte de la procesión conocida como “ lavada de la ropa del Señor” se realiza en el manantial de El Trapiche, lugar del cual se aprovecha el agua desde la época prehispánica, aproximadamente a partir del año 1000 a. C. Está vinculada con las Cofradías de la Cruz y de Dolores, que datan desde antes del siglo XVIII.
El punto de partida de las procesiones es la parroquia Santiago Apóstol, construida entre los siglos XVII y XVIII, joya de la arquitectura colonial salvadoreña, con categoría de Monumento Nacional.
VALOR SOCIAL: Es una tradición o ritual de gran importancia para la comunidad católica de Chalchuapa y de El Salvador. Participan personas de todas las edades y condición social. Las Cofradías de la Cruz y de Dolores, juegan un papel muy destacado y mantienen viva la tradición.
Se da un sincretismo cultural en varias de las procesiones, destacándose en la “lavada de las ropas del Señor”, el uso de bateas para lavar la ropa, así como una olla en donde se coloca dulce de chilacayote Están asociados ciertos platillos típicos de esa temporada, los cuales son elaborados tanto en la mayor parte de los hogares para el consumo de la familia, así como en algunos restaurantes para ser comercializados con los visitantes.
Personas reunidas en familias y asociaciones de diferente tipo, elaboran alfombras con aserrín, sal, frutas y otros materiales, sobre las vías por las que transitan las procesiones, especialmente la del Vía Crucis y Santo Entierro.
VALOR ESTÉTICO: El simbolismo católico está presente en cada una de las procesiones y rituales, matizándose con las expresiones propias del medio chalchuapaneco.
El uso del color, de sonidos (bandas de músicos) y aromas depende del acto que se esté desarrollando. Las alfombras elaboradas para el paso del Vía Crucis cuentan con elementos únicos, como el uso de una base de hojas y pan dulce. Las andas procesionales son de madera tallada de gran calidad artística, e incluso llevan grabadas las iniciales de las Hermandades (o Cofradías ) a las que pertenecen. Las imágenes utilizadas, como el Nazareno con la cruz, poseen una gran calidad artística, además de su valor histórico y de antigüedad. El templo Santiago Apóstol es considerado como una joya arquitectónica de la época colonial. Además de considerarse como un hito de referencia urbana.